Aragón - Zaragoza
Nuestra Senyora del Hortal
(Torrijo de la Cañada, Comunidad de Calatayud)
41º 28,408'N ; 1º 52,577'O
En una región dónde predomina el mudéjar, encontramos un espléndido templo de
piedra, característico del gótico aragonés.
Se empezó a construir veinte años más tarde que la vecina iglesia de
San Juan, en el año 1500 tal y como figura en una inscripción que hay en el
interior del templo. Esta recorre todo el perímetro de la nave y también nos
hace saber el nombre de su constructor, Francisco Barrón.
Tiene una única nave de tres tramos, bastante ancha, acabada en un ábside
poligonal y con capillas laterales, de altura casi igual a la de la nave.
La nave y las capillas están cubiertas con bóveda de crucería estrellada,
típica del gótico aragonés.
Las pequeñas capillas del lado izquierdo se comunican con una nave
rectangular, que según algunas fuentes correspondería con el espacio que
ocupaba el anterior templo románico.
El arco de medio punto, ligeramente rebajado y decorado posteriormente, está
abierto en el que parece que era un muro de la iglesia primitiva.
A los pies de la nave encontramos el coro elevado, que todavía conserva los
bancos de madera y el atril. Desgraciadamente, en la actualidad su estado de
conservación es muy deficiente y se ha convertido en un almacén para trastos.
Dos grandes ventanas de medio punto iluminaban el coro y el templo desde el
muro de los pies de la nave, pero actualmente están cegadas. En su lugar se
abrió una ventana circular.
La portalada se abre en el muro sur. La erosión y una importante riada que
tuvo lugar en 1916 y que hizo muchos estragos en la población, no nos permiten
disfrutar de ella con toda plenitud.
Está formada por cinco arquivoltas apuntadas ricamente decoradas con motivos
vegetales, animales y figuras humanas.
En el tímpano encontramos una imagen de la Virgen muy erosionada y mutilada.
La puerta está flanqueada por dos hasta pináculos góticos.
Sobre la puerta se levanta la torre de campanario. Tiene planta rectangular y
está dividida en cuatro plantas. La inferior es dónde se encuentra la
portalada y tiene la misma altura que la nave. El siguiente piso es un gran
bloque de piedra que tiene una única apertura en forma de saetera. A medida
que se gana altura, se disminuye la sección de la torre. El tercer piso tiene
dos grandes ventanas de medio punto en los muros más anchos, mientras que en
los más estrechos sólo hay una. Este piso ha sido profundamente restaurado
recientemente, sustituyendo las piedras deterioradas por unas de nuevas de
color mucho más claro. Durante esta restauración se ubicaron las campanas en esta
planta, que anteriormente estaban en el superior. Este último piso ha sido
totalmente reconstruido adquiriendo un aspecto de excesiva novedad. Esta
planta era de ladrillo con arcos típicos aragoneses, como los que hay en la
casa consistorial, antigua sede de la archiprestado y en la
torre del puente
En el siglos XVII y XVIII se renovó el interior del templo, llenándolo de
interesantes retablos barrocos. El retablo mayor está dedicado a la Virgen
Maria, titular del templo. Es de muy bella factura.
Destacan también los dedicados a la vocación de San Pedro, a la Virgen
del Pilar y el de la multiplicación de los panes.
También en esta época se colocaron los dos púlpitos de madera, el órgano y la
tribuna.
A la estructura gótica se añadió la capilla barroca dedicada a San Félix y
Santa Régula, patrones de Torrijo, con un bello retablo dónde se guardan las reliquias de los
santos mártires. Desgraciadamente el paso de los años y
la falta de conservación provocaron que uno de los dos santos se desprendiera
del retablo y cayera al suelo. Por suerte no sufrió desperfectos, pero para
evitar que volviera a suceder se decidió colocar las dos imágenes encima el
altar y de este modo no destacan tanto.
En el mes de diciembre del 2007, el templo fue víctima de un robo. Los
ladrones robaron una pila bautismal del siglo XVI y la talla románica de la
Virgen del Campo Alavés, custodiada en esta iglesia precisamente para evitar que
fuera robada de la su capilla original.
Como ya hemos comentado, se trata de un bello templo de gótico aragonés, poco
habitual en la zona. Probablemente esta está siendo su "condena", pues en los
últimos años se ha producido una importante campaña de restauración de templos
mudéjares, coincidiendo con la declaración de Patrimonio de la Humanidad de
este estilo típicamente aragonés. Esto ha hecho que el resto de edificaciones
hayan quedado al margen de las restauraciones. El templo parroquial de Torrijo
necesita una urgente y profunda restauración. Sus bienes y estructuras se
van deteriorando lenta y silenciosamente. Sólo el campanario y parte del tejado han
recibido ayudas hasta el momento. Es un templo rico en patrimonio,
arquitectónico y escultórico y se debería preservar antes que no sea demasiado
tarde.
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